Yo predico un evangelio no para los perfectos, sino para los que no lo somos, para aquellos que reconocemos que

Bienvenidos Hermanos, les amamos y les bendecimos por su visita
Yo predico un evangelio no para los perfectos, sino para los que no lo somos, para aquellos que reconocemos que
Solo hay alguien del que nunca nos vamos a defraudar, alguien de quien nunca encontraremos error alguno y aunque en
No podemos vivir como cual niño caprichoso amenazando a Dios de sentirnos decepcionados de Él si no cumple nuestros deseos
Es hora de despertar, es hora de vernos al espejo y por fin ser sinceros con nosotros mismos y darnos
Vivimos en una cultura “cristiana” que a veces difiere con lo que realmente tendría que ser el evangelio. Nos acostumbramos