A todos los seres humanos nos gusta ser bendecidos

A todos los seres humanos nos gusta ser bendecidos, vivir bien, sentirnos seguros con lo que tenemos, etc. En la vida hay principios para vivir bien, como también hay requisitos para ser bendecidos, lo malo a veces es que los sabemos p10420088_781509861883916_7500562334921706720_nero no los aplicamos a nuestra vida. El círculo de bendición en que nos movamos no dependerá de las circunstancias, sino de nosotros mismos para entrar en él.

Abandono de las cosas que desagradan a Dios:  Muchos de nosotros vivimos esperando la bendición de Dios, pero casi ninguno vive analizando que es lo que necesita dejar para alcanzar la bendición:  Pero Jehová había dicho a Abram:  Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. ( Gn.12:1).

Cuando Dios llama a Abraham, lo que hizo fue separarlo de las cosas que le podían hacer tropiezo en la bendición que Dios tenía preparada para él.  Lo primero que Abram hizo fue abandonar sus costumbres que había seguido durante mcho tiempo en su tierra.  Recordemos que por no abandonar muchas veces es que no recibimos bendición.  Abandonemos la necedad, la soberbia, la altanería, el orgullo, la contienda, el chisme, pero debemos  abandonar todo eso hoy, no mañana; porque entre más nos tardemos, más se tardara la bendición en llegar a nuetra vida.

Confiar en las promesas de Dios:  Decir que confiamos, a confiar; existe una diferencia abismal.  Todo creyente que camina con Dios, siempre conquista todo lo que anhela:  Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba, (Hebreos  11:8) Confiar en la promesas de Diso no se dará nunca de la nocha a la mañana, se necesita disposición y tiempo.  Más tiempo orando, más tiempo leendo la Biblia, y más tiempo con Dios en la iglesia.  Muchas veces Dios puede pedirnos que hagamos algo para darnos cuenta si confiamos verdaderamente en sus promesas  o no. Abraham dejo todo por confiar en lo que Dios le había prometido que le daría.  Aunque no veamos nuestra bendición, no dejemos de confiar en el Señor, entrar en el círculo de bendición requiere esfuerzo, dedicación, obediencia y confianza.

Aprendamos a Obedecer:  Desde que nacemos traemos el pecado en nosotros, y la desobediencia es lo que más nos roba la bendición, pero obediencia es loq eu más nos bendice:  Se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él.  Y era Abram de edad de setenta y cicno años cuando salió de Harán (Gn. 12:4) Las oportunidades siempre llegaran a nuestra vida, pero muchos las perderemos por no obedecer.  Cuando Dios le dio órdenes a Abram, este no vaciló en obedecer y emprender esa larga travesía junto con su mujer e hijos.  En la medida que obedezcamos el círculo de bendición no solo nos alcanzará sino que también llegará a nuestros hijos.

En la medida que obedezcamos el círculo de bendición no solo nos alcanzara sino que también llegara a nuestros hijos y familia. Obedecer es caminar sin miedo, caminar con la fe puesta en el Señor que el no solo proveerá sino que también nos dará mucho más de lo que imaginamos.

Past. Giovanni Barrera.

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