A veces vamos por el mundo jugando a ser cristianos, creyendo que al ocultar del ojo humano nuestros errores somos mejores, pero que en realidad lo que hacemos con eso es convertirnos poco a poco en lo que Jesús llamo: Sepulcros blanqueados.
Y es que todos sabemos que hay en un sepulcro, por muy limpio y bonito que se vea por fuera, sabemos lo que hay por dentro.
Engañar a Dios es IMPOSIBLE, el que crea que está engañando a Dios, solamente se engaña a sí mismo o por lo menos se ha hecho la idea de que es tan bueno que ni Dios se ha dado cuenta de sus engaños, ¡Falso!, a Dios nada se le escapa, Dios lo conoce TODO, la Biblia dice:
“No hacía falta que nadie le dijera sobre la naturaleza humana, pues él sabía lo que había en el corazón de cada persona.”
Juan 2:25 )
En otra versión este mismo versículo bíblico dice:
“Pero Jesús no confiaba en ellos, ni necesitaba que le dijeran nada de nadie, porque los conocía a todos y sabía lo que pensaban.”
Juan 2:25
¿Más claro?, imposible, el corazón tiene que ver con lo que pensamos y sentimos, es decir que Dios conoce lo que haremos antes de hacerlo, y sin embargo Él nos da libre albedrío.